Hemos gustado la benignidad de nuestro Señor. Sabemos que El es bueno.
Jesucristo es la roca en la que está fundamentada nuestra vida y en ésta es en la que Dios quiere que sea nuestra vida edificada también. Todo lo que se añada será para edificarla como casa espiritual y sacerdocio Santo.
Nacimos de nuevo y esto nos hace sacerdotes destinados a anunciar las virtudes de aquel que nos llamó de las tinieblas a la luz admirable.
Mi casa edificada en Cristo y el sacerdocio santo para hacer sacrificios aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Y el sacrificio que yo puedo hacer es “Sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan Su nombre" (Heb. 13:15).
Hemos sido elegidos para anunciar las virtudes de aquel que nos llamó.
Nuestro Padre es quien nos tiene en donde estamos ahora… En donde quiera que esté debo hacer la labor para la que he sido enviada y estar lista, porque yo se que Dios usa a cualquiera que tiene el corazón dispuesto y me llevará a donde quiera.
Estábamos destinados a morir por nuestros pecados y en lugar de esto Dios nos tiene destinados para preservar la vida y salvar vidas… Para anunciar buenas nuevas de salvación. Para que a los que ya creen les podamos ayudar para que no se vayan tras la idolatría y para salvar a los que están muertos en sus delitos y pecados llevándolos a los pies de Cristo.
Buscando primeramente el reino de los cielos y su justicia todo nos será añadido. Nosotros buscamos a Dios, depositamos nuestra confianza en él, creemos en él y no seremos avergonzados. Jamás seremos defraudados… Con nuestro Señor no hay riesgo.
Dios nos da sus bendiciones: Gozo, paz, contentamiento, etc… Nos da lugares y personas para dar buenas noticias.
En Jesucristo está nuestro reposo y también la victoria sobre nuestros verdaderos enemigos que son nuestras pasiones, malos deseos, etc…
Para nosotros que creemos en él, El es precioso. Para quienes no quieres creer en él “Piedra de tropiezo, y roca que hace caer” Porque no quieren obedecer, La Palabra les es tropiezo porque la luz que produce expone lo que sus tinieblas ocultan, hace evidente su condición, la cual no quieren dejar. Tropiezan una y otra vez al desobedecer la Palabra…
Pero nosotros… ¿Quiénes somos?
1Pe 2:9a Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios.
Nosotros:
- Linaje escogido: Dios nos ha hecho de Su familia, de su misma naturaleza… Somos sus descendientes por Su elección.
- Real Sacerdocio: Sacerdotes del Rey. Para desempeñar las funciones de los sacerdotes como Sus sacerdotes.
- Nación Santa: Somos una nueva nación, una nueva raza que hace lo que Dios hace. Sagrada, pura, sin culpa, santa, consagrada (a través de Jesucristo)… Libre, especialmente dedicada a Dios… Nos ha hecho dignos de respeto por lo que representamos o más bien por a quién representamos.
- Pueblo Adquirido por Dios: Dios pagó por nosotros. Somos suyos, nos alcanzó para sus propósitos y el costo fue la sangre preciosa de Jesucristo.
¿Para qué nos eligió?
Vivíamos en la oscuridad, andábamos perdidos y sin rumbo. Completamente ciegos. Estábamos lejos y nos llamó de ahí, de nuestra vida perdida y nos dio una nueva identidad… Nos llamó para que fuéramos a él y para que fuésemos de él.
Nos puso en Su propio corazón, nos metió en sus entrañas y se manifestó en nuestra vida permitiéndonos ver nuestra bancarrota moral y espiritual. Podemos ahora ver a través de sus ojos y por medio de estos. Y lo que vemos es real y maravilloso. Nos sacó de las tinieblas para poder vivir con Su luz admirable. Y lo conocemos… El lo ha permitido y todo para que celebremos su excelencia. Para publicar que él es real.
Hemos podido estar a solas con él y escuchar Su dulce voz y además nos ha dejado conocer Su esencia. Quiere que hablemos de Su fuerza, Su poder, Su integridad de ánimo, Su bondad, Su rectitud, fidelidad, supremacía… ¡Todas sus virtudes!
Que la gente pueda ver Su brillo en nosotros, que él se haga manifiesto en nuestra vida para que Su luz admirable les atraiga… Que quieran seguirlo…
¿Por qué nosotros?
Porque en otro tiempo también estuvimos sumidos en nuetra oscuridad, en nuestra ignorancia e incredulidad. Porque no fuimos dignos y aún así El decidió amarnos y rescatarnos… Porque sabemos y conocemos en carne propia los dos lados de la moneda y por fin comprendimos que fuera de él no hay absolutamente nada. NO HAY NADA.
Pero hoy, rescatados por Su misericordia lo tenemos todo… Familia, trabajo, nación y Dueño. Y mientras estemos en este mundo del cual somos extranjeros, no hay mejor ni mayor propósito que vivir aquí por y para los propósitos de aquel que dio Su vida para que nosotros viviéramos por la eternidad.
Yo existo por él. Eso es verdadero.
Linaje escogido: Eres Su hijo.
Sacerdocio Santo: Tu Trabajo. (y Dios es tu heredad)
Nación Santa: A donde perteneces
Adquirido por Dios: Eres Suyo.
