"Doy
gracias a Dios porque nos hace participar del triunfo de Cristo, y porque nos
permite anunciar por todas partes su mensaje, para que así todos conozcan a
Cristo. Anunciar la buena noticia es como ir dejando por todas partes el rico
olor de un perfume. Y nosotros somos ese suave aroma que Cristo ofrece a Dios.
Somos como un perfume que da vida a los que creen en Cristo. Por el contrario,
para los que no creen somos como un olor mortal.
¿Quién
es capaz de cumplir con la tarea que Dios nos ha dejado? Algunos anuncian el
mensaje de Dios sólo para ganarse la vida, pero nosotros no lo hacemos así. Al
contrario, Dios es testigo de que trabajamos con sinceridad y honradez, porque
Dios nos envió y porque estamos muy unidos a Cristo."
(2
Corintios 2:14-17)
Grandes
hombres y mujeres de fe han sido llevados por Dios en el desfile victorioso de
Cristo. Una y otra
vez mi vida es impactada por las historias que he ido conociendo de grandes
héroes, portadores de buenas noticias. Personas comunes y corrientes pero que
fueron llenos, dirigidos y transformados por el Espíritu Santo para llevar a
cabo la obra y misión de Dios para con ellos.
Estas
historias me inspiran y me hacen meditar acerca de mi propia vida y llamado.
Estos
grandes hombres y mujeres de Dios comprendieron que nuestro Dios y Padre nos ha
dado todo y no podemos menos que entregarle nuestra vida en gratitud.
En mi caso,
mucho tiempo pregunté al Señor: ¿Qué quieres que haga?, ¿qué es lo siguiente? y
¿a donde me enviarás? Y aunque hoy tengo ya algunas respuestas hay algo que no
cambia; Esto es que definitivamente en lo que haga y en donde esté, el
hecho de saberme hija de Dios me mueve a buscar a hacer lo que a mi Padre le
gusta, así que no importa el tiempo, la geografía o circunstancia. Voy a hacer
lo que él me pida.
El trabajo
en el ministerio no está limitado solamente a las paredes del edificio de la
iglesia. Sin embargo entendí que no puedo ser enviada si no sirvo primero en mi iglesia.
En donde
Dios te tenga en estos momentos, en la circunstancia en la que estés, Dios te
está enseñando algo y es parte de tu preparación. Es necesario que ejercites tu
paciencia y se fortalezca tu fe. Estudia la Palabra para que se avive también
tu deseo por servirle y serle útil y materializa este deseo.
Hay muchísima
necesidad y muchas personas a quién contarles el hecho histórico más
maravilloso del mundo que nos relata la impresionante historia de Dios redentor
y el objeto de su amor.
Una vez que llega el
tiempo perfecto de Dios, (si es tu llamado) él nos manda a salir a las naciones y entiendes que todo este tiempo Dios te ha estado preparando para algo
más a ti también.
Nuestro Señor nos
lleva en el desfile victorioso de Cristo y además nos ha dado el privilegio de
poder dar a conocer Su mensaje.Nosotros somos como
fragancia que sube a Dios.
No somos dignos, ¡es
gracia! Y esta gracia es por nuestro Señor Jesucristo. No importa si nos aman o
nos odian, ¡Cristo lo vale todo!
La gente está enferma
de muerte y nosotros conocemos la cura. Nos quejamos por tantas tonterías y como
alguien dijo: “Cuándo otros lloran sangre ¿qué derecho tengo yo a llorar
lágrimas?”
Dios es quien nos da
la capacidad. Dios está preparándolo todo y es nuestro privilegio ser llamados
a la obra que Dios ha iniciado desde que Jesucristo subió al cielo y que
concluirá pronto… Cuando El regrese.
¿Dios te está
llamando?
Los siguientes son nombres de algunos de estos grandes hombres y mujeres... Conocelos, inspirate...
Amy Carmichael, Gladys Aylward, Mary Slessor, Nate Saint, Rachel Saint,
Jim Elliot, Bert Elliot, Roger Yourderain, Pete Fleming, Ed McCully, Hudson
Taylor, George Muller, Randy Alcorn, Chuck Smith, Loren Cunninham, Dietrich
Bonhoeffer, William Carey, William Tyndale, John Huss, John Bunyan, John Wycliffe, Corrie Ten Boom......................................